EUROPA
PRESS
5 julio
2016
Tres de cada cuatro españoles duermen peor en la época de verano,
ya que las altas temperaturas y el mayor número de horas de luz alteran los
ritmos circadianos del organismo, según una encuesta realizada por el Centro de
Investigación sobre Fitoterapia (INFITO).
Por
ello, el jefe de la unidad de sueño del Hospital Vithas
Nuestra Señora de América y somnólogo acreditado por
Las altas temperaturas
juegan un papel fundamental a la hora de conciliar y mantener el sueño. Durante
la noche, el organismo no ejerce el mismo control sobre la temperatura
corporal, "que desciende para facilitar la conciliación, por lo que una
situación extrema, tanto de mucho calor como de mucho frío, puede afectar
bastante causando muchos despertares y empeorando su calidad", según ha
explicado del Río.
Las condiciones ideales
para dormir son unas temperaturas de entre 18 y 22 grados y una humedad de
entre el 50 y el 70 por ciento, ha explicado el doctor.
Decálogo para conciliar el sueño en verano
1.
Abundante
hidratación: hay que beber al menos un litro y medio de agua al día.
2.
Cuidado con las
bebidas estimulantes: la cafeína o la ingesta de alcohol antes de dormir no es
aconsejable porque activa el organismo e interrumpe el sueño.
3.
Cenas ligeras:
evitar ingerir grandes cantidades de comida antes de acostarse porque puede
crear problemas digestivos y dificultades para dormir.
4.
No alterar los
horarios de las comidas: un ritual basado en una secuencia de actos conducirá a
una buena conciliación del sueño, como puede ser el dejar pasar un mínimo de
dos horas desde la cena para irse a la cama o mantener siempre el mismo horario
para acostarse, ha asegurado el doctor Del Río.
5.
Reducir o
restringir la siesta: es importante eliminar la siesta o que esta no supere los
treinta minutos, y reducir el tiempo en el que permanecemos despiertos en la
cama por las noches. El experto recomienda no superar las siete horas y media,
especialmente si se tiende a pasar periodos despiertos.
6.
Limitar el uso
del aire acondicionado: ventilando las habitaciones pero sin dejar las ventanas
abiertas en las horas de más sol.
Según el especialista, el
aire acondicionado puede provocar problemas de garganta, resfriados o
contracturas musculares. Además el ruido que emiten estos aparatos pueden
generar una fragmentación del sueño al causar diversos despertares. "Lo
ideal es recurrir a él solo antes de acostarse para conseguir un ambiente
fresco que pueda perdurar durante las primeras horas de la noche, que suelen
ser las más calurosas", ha explicado el doctor.
7.
Darse una ducha
fría antes de dormir para combatir el calor.
8.
Usar pijamas de
algodón para evitar la sudoración excesiva.
9.
Usar técnicas de
relajación: como baños, ejercicios de meditación o de respiración pausada.
10. Plantas medicinales de dispensación farmacéutica: como
la pasiflora que evita los despertares nocturnos y favorece el sueño reparador
o la amapola de California, que reduce el nerviosismo asociado al insomnio.
Los preparados
farmacéuticos de plantas medicinales "pueden ayudar a corregir el insomnio
pasajero como el que se produce en verano en vez de recurrir a los somníferos
de origen sintético, ya que van a permitir mejorar la calidad del sueño sin
generar dependencia", ha explicado el miembro de la junta directiva de
INFITO, Miguel Martín Almendros.
Según ha apuntado Martín
Almendros, hay que tener cuidado con los somníferos de síntesis, ya que pueden
causar efectos secundarios a corto plazo, como la adicción o la tolerancia, y
puede generar problemas de dependencia a medio o largo plazo.